viernes, 26 de julio de 2013

El corazón de cristal

 
 
Un prisma de vidrio transparente repleto de capas de cristal, capaz de llenar hasta el espacio más oscuro de luz, mineral, vívido, duro y frágil en si mismo. Con tantas maravillas en lo recóndito de su alma. Un haz de luz que lo atravesara; eso era todo. Fue tan intenso y tan volátil, tan imposible y lejano y a la vez tan increíblemente cercano. Una utopía enferma que destruyó su interior por completo. La luz no volvió a atravesarlo. Se hundió en la peor de las soledades y de los silencios, del frío y la oscuridad, del desasosiego que ahora lo devasta. Tenía el corazón destrozado.

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